domingo, 6 de febrero de 2011

En paraje alto, saludable, y bañada de dos ríos - Una descripción de Benavente y su castillo en un tratado del siglo XVIII

Chronica Minora

En el año 1764 se publica en Santiago de Compostela, concretamente en la imprenta de Ignacio Aguayo, el primer tomo de la obra: Historia Universal de las fuentes minerales de España, sitios en que se hallan, principios de que constan, analyses y virtudes de sus aguas, modo de administrarlas y de ocurrir a los accidentes que suelen nacer de su abuso, todo deducido de la observación, y experiencia; descripción de los lugares de su situación, con una buena parte de la Historia natural del término de cada pueblo, y explicación de las curiosidades que contiene. El libro está dedicado al deán y cabildo de la Iglesia compostelana.
Portada del libro

Como su barroco título indica estamos ante un ambicioso tratado sobre las fuentes minerales de España. Su autor es uno de los padres de la hidrología española: Pedro Gómez de Bedoya y Paredes. Su largo currículo como médico y docente quedó recogido en la misma portadilla de la obra: Don Pedro Gómez de Bedoya y Paredes, Doctor en Medicina, Médico de numero de Familia de el Rey nuestro Señor, Propietario de sus Reales Hospitales General, y Passión de la Corte, Ex Examinador de el Real Proto-Medicato, Director, Secretario perpetuo, y primitivo fundador de Sociedad Médica de la Real Congregación de nuestra Señora de la Esperanza, y al presente primer Médico del Ilmo. Señor Deán y Cabildo de la Santa Metropolitana Iglesia de Señor Santiago, y Cathedrático de Cirugía, y Anathomía de su insigne Universidad.
En el siglo XVIII el empleo terapéutico de las aguas minerales estuvo muy extendido en toda España y en particular en la Corte. La creencia de que la hidrología podría encontrar remedio a muchos de los males de época llevó a evidentes excesos. A principios de este siglo hubo una gran polémica sobre la utilización del agua natural como panacea universal, de la que existe abundante documentación . La opinión de Gómez de Bedoya sobre la efectividad de las aguas naturales es muy optimista: "No hay cosa en la Naturaleza, que se acerque más a ser remedio universal, que las aguas minerales, principalmente en los males largos y rebeldes [...] dichas aguas curan las dolencias con prontitud y felicidad, sin menoscabar las fuerzas del enfermo [...] se pueden administrar a toda suerte de personas en todas edades y estaciones del año".
El proyecto inicial era inventariar un total de 1.500 fuentes minerales, presentadas por orden alfabético en un total de seis tomos. El primer tomo comprendía las letras A-B, mientras que el segundo, publicado en 1765, abarcaba desde la C a la F. Por razones que desconocemos los otros cuatro tomos no salieron de la imprenta, quedando así inéditos la mayor parte de los materiales. Para el trabajo de campo, Gómez de Bedoya contó con la colaboración de más de 3.000 informantes, escogidos entre médicos, cirujanos y boticarios de todas las villas y lugares del reino.
Consciente de lo farragoso y reiterativo del asunto central, nuestro autor aliñó los análisis de cada una las fuentes con descripciones geográficas de las poblaciones, breves introducciones históricas, leyendas, anécdotas, y noticias curiosas sobre lugares y personas. Ese interés por hacer el texto ameno y llevadero es ya reconocido en la introducción al primer tomo: "Me ha parecido escribir en forma de conversación historial, porque así se hace más amena, y deleytosa la leyenda, y en que introduzco los personages propios, para aclarar los puntos, que en ella se ventilan".
La entrada dedicada a Benavente es particularmente interesante por sus notas históricas, y por incluir una descripción sui generis del castillo. Los datos sobre las fuentes de la villa y su comarca fueron proporcionados por Tomás Cabeza Castañón, "uno de los más sabios Professores, y excelente Medico practico de la Villa de Benavente, y Pedro Merlo, Adiestro Chímico, y acreditado Boticario en ella". Curiosamente no se recogió en el texto la que hoy en día es la fuente más conocida de la villa, la llamada "Fuente Mineral de la Pradera", pues su descubrimiento se produjo después de la Guerra de la Independencia . El informe se completó con las informaciones de Francisco Vallejo, uno de los médicos enviados expresamente por Gómez de Bedoya para visitar las fuentes minerales de los reinos de Castilla y León. Es Vallejo quien visita la fortaleza-palacio de los condes y da cuenta de sus aspectos más significativos.

Retrato de Pedro Gómez de Bedoya
Llama la atención de Vallejo, como ya lo hiciera de otros viajeros y cronistas anteriores, el uso de fustes de columnas y arcos de jaspe y pórfido. También la existencia de colmillos de un elefante haciendo las veces de entrada monumental de una de las salas  y de sus restos semidisecados en la entrada del patio . Se transcriben igualmente dos epígrafes romanos existentes entonces en el Jardín de los condes. La lectura es bastante deficiente comparándola con la que propuso Ledo del Pozo algunos años después, pero al haber desaparecido los monumentos originales puede ser útil para matizar algunos detalles.
Pero uno de los aspectos más llamativos de la descripción del castillo es el apartado dedicado a su capilla. Se transcriben aquí epitafios correspondientes, entre otros, a miembros de las familias Osorio y Coco. Ningún otro autor anterior o posterior reparó en estos sepulcros, ni hace alusión a la existencia de capillas funerarias . Por el contrario, es bien sabido que desde el siglo XV los Pimentel eligieron como panteón familiar el monasterio de San Francisco de la villa, y que tanto los Osorio como los Coco contaban con espacios funerarios propios en varios templos de la villa.
Varios indicios apuntan a que, en realidad, se trata de una confusión. Así del sepulcro de la capilla mayor al lado del Evangelio se ofrece la siguiente lectura: "Aquí jace el noble Caballero Rodrigo Alvarez Ossorio, fijo de Alvar Rodriguez Ossorio. Murió mancebo en el Real, que el Rey D. Juan tuvo sobre Lisbona: dejó dos fijas".
Parece referirse el epitafio a Juan I, rey de Castilla (1379-1390). En1384 se iniciaba la guerra luso-castellana, ante las pretensiones del rey castellano por controlar el reino vecino tras la muerte de Fernando I en 1383. Paralelamente el maestre de Avis, don Joao, fue aglutinando el malestar y la oposición portuguesa al rey castellano.
El monarca Castellano respondió con un cerco sobre Lisboa (1384), mientras la flota bloqueaba el estuario del Tajo. El asedio se prolongó más de lo previsto, y con la llegada del verano la peste hizo estragos entre los contendientes, por lo que Juan I decidió levantar el cerco y retirar su flota. Poco después se reanudaron las hostilidades, y el 15 de agosto de 1385 los castellanos sufrirían la contundente derrota de Aljubarrota, fin de las pretensiones de Juan I al trono portugués. La muerte de Rodrigo Álvarez Osorio debió producirse en el verano de 1484, en los meses anteriores a la derrota castellana de Aljubarrota.
De la muerte de numerosos caballeros castellanos en el cerco de Lisboa da cuenta Pero López de Ayala: "Estando el rey don Juan en su real que tenía sobre Lisbona, la pestilencia e mortandad fue cada día cresciendo muy fuertemente, e morían muchos de los que con él estaban, en manera que del día que morió el maestre de Sanctiago fasta dos meses morieron de las compañas del rey dos mil omes de armas de los mejores que renía, e mucha otra gente".
El epitafio reproducido por Gómez de Bedoya es esencialmente el mismo que existía en la capilla funeraria de los Osorio en el monasterio de Santo Domingo de Benavente. La lectura reproducida por Almoína Mateos es la siguiente: "Aquí yace el noble caballero Rodrigo Álvarez Osorio. Murió mancebo en el Real que el rey don Juan hubo sobre Lisboa".
Igualmente los Coco contaban en el monasterio dominico con un panteón familiar, localizado entre la capilla de los Osorio, el claustro y el dormitorio del convento. Pedro Coco, regidor de la villa y alcaide de sus alcázares, en su testamento otorgado en 1487 manda enterrarse en la capilla que "he construido y de nuevo fecho e hedificado". En caso de no cumplirse sus voluntades las misas en su memoria deberían realizarse en el monasterio de San Francisco, donde estaban enterrados su padre y su abuelo .
Por todo ello cabe colegir que existió una mala trasmisión de la información entre el informante y el editor, incorporándose a la descripción del castillo párrafos de un texto más amplio que incluía la visita al monasterio de Santo Domingo.
Transcribimos a continuación el pasaje dedicado a Benavente:

"Don Thomás Cabeza Castañon, uno de los mas sabios Professores, y excelente Medico practico de la Villa de Benavente, y D. Pedro Merlo, diestro Chimico, y acreditado Boticario en ella, añadió el Dr. Quiñones, nos proveyeron de las noticias mas individuales de las fuentes cercanas a este Pueblo, confirmadas con las pruebas chymicas de todas, trabajo, que se tomaron por el beneficio publico, y por lo que son acreedores a toda alabanza. Tomaremos de las relaciones de estos, lo que importe a nuestra Historia, que junto con la que traxo D. Francisco Vallejo, uno de los dos Medicos, que de orden mia salieron a visitar las fuentes minerales de los Reynos de Castilla, y Leon, y a quien se debe en este punto todo elogio por su sabiduria, y vigilancia, serán bastantes para dar una clara idea de ellas. Convienen todos, en que la Villa de Benavente está situada a diez leguas de Zamora en tierra de Campos, en parage alto, saludable, y bañada de dos Rios. Sus Moradores se acercan a 4000., con mucha Nobleza, siete Parroquias, en las que entra la de Santa Maria, en donde está el famoso Relox, seis Conventos, los tres de Religiosos, dos Hospitales, y un Hospicio de Peregrinos. Su fundación es de Griegos, y Celtas, hecha 276. años antes de la humana redempcion.
Es hermoso su suelo, y muy abundante de Pan, Vino, pesca, carnes, caza y frutas, y muy poblada de bosques, y arboledas. Dominaronla los Romanos, haviendola conquistado su Capitan Luculo 127 años despues de su fundación. Tiene la gloria esta famosa Villa de estar regadas sus calles con la Sangre de quatro hijos suyos, que padecieron martirio en ella por la fe de Jesu-Christo, y son los Santos Procul, Domnina, Domicila, y Theodora. Tiene por armas un puente, y encima la Imagen de nuestra Señora. Ha tenido los mismos infortunios que las demás Poblaciones de España, sugetas a la dominacion de tan diversas gentes que unos la destruían, y otros la reedificaban. Esto ultimo hizo el Rey D. Fernando de León año de 1169. Casi siempre ha estado en Señorio con el titulo de Ducado, y la han tenido varias personas Reales, hasta que Enrique III (y segun otros IV) premió con ella los grandes meritos de D. Juan Alonso Pimentel, Señor de Berganza, y Viñais, cuyos dos Lugares abandonó por servir a su Magestad, y cuya merced firmó en Tordesillas en 7 de mayo de 1398 con el titulo de Condado; pero es digno de admiracion, que desde este tiempo no ha faltado Varon de esta ilustre Progenie hasta el presente. El referido Medico D. Francisco Vallejo dice, que tuvo la curiosidad de ir a ver la Fortaleza de los Excelentiísimos Señores Condes de Benavente, que es un Palacio fundado por el Conde D. Rodrigo Pimentel, muy hermoso, y de grande diversion por sus jardines, y fuentes.
El Castillo de Benavente según pintura del siglo XVIII
Despues de otras curiosidades que cuenta, dice que se halla a la entrada de la puerta del patio la armadura de un Elefante cubierta con su piel. Que hay una sala, llamada de los Linages, adornada con diferentes figuras de Hombres, Perros, Ciervos, Leones, Aves, etc, de las quales están pendientes cinquenta escudos de Armas de las Casas principales de España. Que notó dos arcos, en uno de los quales, que es de jaspe, al lado izquierdo, se vé una figura natural de un hombre recostado, dibujada de los mismo colores nativos de la piedra. Que en la puerta mas adentro, inmediata a dicha sala se hallan los colmillos del referido Elefante, que cada uno tiene de largo dos varas, y media vara de base, siendo admirable la grandeza de los demás huessos de este animal a correspondencia de estos. También noto una caña, cuyo hueco tenia casi una tercia de ancho con veinte y dos nudos, y quarenta pies de largo; pero es de advertir, que este es un pedazo solo de la caña, pues siendo propio de éllas rematar en disminución, o en cono, esta es igual en todo su largo, y de que se debe inferir qual sería su grandeza, si estuviese entera. Al subir de la escalera principal en una ventana está un poste de dos varas y media de largo, y casi una de gruesso, todo de una pieza de la piedra, llamada Porfido, que es lastima, que hay tenido la desgracia de una Centella le partiesse un pedazo. Alaba mucho este curioso Medico una Galeria muy adornada, un pozo, que hay en el patio principal, y otras muchas cosas dignas de verse en dicha fabrica. Varias curiosidades refiere de la Iglesia, y entre ellas un sepulcro, que tiene por Armas un Castillo, una cabeza de Baca, y un Armiño, orlado de un mote: Malo mori, quam foedari. Otro hay en la Capilla mayor al lado del Evangelio, que dice: Aquí jace el noble Caballero Rodrigo Alvarez Ossorio, fijo de Alvar Rodriguez Ossorio. Murio mancebo en el Real, que el Rey D. Juan tuvo sobre Lisbona: dejó dos fijas. Sus armas son dos Lobos. Assimismo en la Capilla de los Cocos hay otro, que en forma de media luna tiene esta inscripción:
Epitafio de un miembro de la familia Coco

En el Jardin de dicha Fortaleza hay tambien dos piedras escritas, que dicen:

D.M.S.
Postumiae re
criscillae. opt.
Pientisimae

D.M.S.
Postumiae
sotirae
Uxor. Opt. Sancris
Dulciisimae
P.

Son muchas, y muy exquisitas las plantas, que se crian en los contornos de este Pueblo, de modo que tiene muy poco, que embidiar a otro País; de ellas tenemos una larga relacion; pero lo mas especial es lo que dice el referido Vallejo del Lugar de Frieira, que dista tres leguas de Benavente, y es que allí se cría en tanta abundancia el Cutus Ladanifera, que sus Moradores sacan, o fabrican la masa del Ladano, o Labdano todos los años en cantidad de cien arrobas, a cuya compra concurren varios drogueros, haciendo tal comercio del, que abastecen todas las Boticas de España, y Portugal. El mencionado D. Pedro Merlo, dice, que en el año de 1752 despachó para toda la Ciudad de Cadiz, mas de 40 arrobas. Ya Vms. Ven, que este es un medicamente, que a crecido precio se nos ha trahido siempre de la isla de Creta, que es una de las del Archipielago, cuya capital es Candia, con que es preciso sea de mucho beneficio este nuevo invento, assi en el coste, como en quedarse su valor dentro del Reyno. Todos los AA. convienen en que etsa reina aromatica, de color rubio inclinado a negro, y que antes se nos trahía en pelotones, y panes, es el resudor que en el Estío dan las hojas de dicha planta, la qual solo llega a crecer dos pies, poco mas, o menos. Sus flores son bastante largas con cinco hojas de color de Rosa. Su raiz es dura, leñosa, interiormente blanca, y de fuera algo rubia. Esta arroja muchos ramos duros de un dedo de gruesso, de color obscuro, y alguna vez inclinado a ceniciento, guarnecidos de hojas verdes, puestas de dos en dos, de sabor herbaceo con leve estipcidad.
En tiempo de Dioscorides se cogia el Ladano de dos maneras. Una era hechando a pacer por entre estas plantas muchas Cabras, a cuyas barbas, y lanas se pegaba el humor de las hojas, y el que despues con peynes estraían sus dueños. Otra recogiendolo en pedazos de cuero, de donde despues lo raían, y componian; pero yo me persuado, que tan excesiva cantidad, como siempre ha salido para todas partes desde dicha Isla de Candia, no es posible, que fuesse producto de semejante impertinencia. Mas bien creo, que estos Isleños harían, y hacen lo que nuestros Españoles en Eriera, y es sacar de toda la planta en Vino tinto, o en agua un extraño, que es el Ladano, que oy tenemos en España, y con el qual logramos los mismo efectos, que con el de Creta. Esta materia resinosa, aplicada exteriormente en forma de emplasto, tiene la virtud de ablandar los tumores, cocer sus materias, atenuarlas, y resolverlas. Interiormente es corroborante, adstrigente, y anodina; y assi servia para ayudar la cocion del estomago, corroborarle, detener las destilaciones, cocer los catarros, y curar las disenterias, dado en cantidad de una dracma. Es especial en la intemperie fria del celebro, aplicado en emplasto, y lo mismo en la debilidad de estomago, y para el dolor de oidos puestos en las sienes. Hace bellos efectos en las ulceras antiguas, cavernosas, con tumor, y dureza; enmienda los vicios del Utero; y su humo preserva de la pestilencia del avre. Entra en la composicion de los balsamos apoplecticos, y en los emplastos capital, y estomacal de Charás, y en el tan celebrado para las quebraduras del Prior, o Abad de Cabrieres.
A distancia, como de tres quartos de legua de Benavente, en el termino, llamado el Peñón, y inmediata a la cuesta del monte Mosteruelo, se hala una fuente medicinal, situada en una llandad proxima al Rio Orbigo, junto al Lugar de Manganeses, cuya agua es fria, clara, sin olor, ni sabor, mana siempre en igual cantidad, pero en creciendo dicho Rio en el Invierno la cubre. El mencionado D. Pedro Merlo evaporó una arroba del agua de dicha fuente, y dice, que no le quedó en el vaso mas que una pelicula, que luego que la expuso al ayre se deshizo, sin haver podido sacar de tanta cantidad residuo alguno. Bien podemos pensar, que, segun esta apariencia, la frialdad del agua, y los efectos, que hace su virtud, son hijos del mucho Nitro que contiene. La experiencia tiene demostrado lo excelente que es para curar las enfermedades de riñones, y vegiga, haciendo evacuar lossabulos, y arenas, y serenar las irritacion de estas partes. Sirva de exemplo el grave dolor, con que se hallaba Diosio de Castro, vecino de este Pueblo, en los riñones, que no se pudo mitigar con otras medicinas, pero luego que llegó a beber media azumbre de esta agua, se desvaneció dicho dolor, y siempre que le vuelve, hace la misma diligencia, y consigue el propio efecto. D. Ignacio Gonzalez, Oficial de la Contaduría de dicho Excmo. Señor Conde de Benavente, padeciendo otro semejante cruel dolor, con la propia diligencia tuvo igual efecto, y felicidad que el antecedente. Doña Isabel de Yebra Pimentel, sumamente acongojada del referido mal lofró la misma dicha; sin otros muchos a quienes el dicho D. Pedro Merlo dice, que ha aconsejado el uso de esta agua en semejantes dolencias; y si se aplicasse con buen methodo, ayudaba de otras medicinas internas, y externas, aperientes, digestivas, y algun blando purgante, no tengo duda, que seria eficaz remedio para todas las opilaciones, Obstrucciones, Hypocondrias en temperamentos ardiente, y secos, y en la Ceaticas. En la inapetencia será muy especial, assi como en todas las enfermedades de estomago, y toda fiebre lenta, que tenga origen de la Obstruccion de alguna entraña.
A media legua de Benavente, en un prado, cerca del Lugar de Villanueva de Azuague, proxima a unos Alamos, y a orillas del arroyo de un molino, llamado Ventosa, hay una fuente, cuyo nacimiento es al Oriente, y corre hacia el Rio Esla. De esta dicen los citados Vallejo, y Merlo, que es muy clara, sin olor, fria, pero insipida, y que aunque los naturales la beban con excesso, o estando muy sudados, nunca se les ha seguido daño alguno, antes bien experimentan excessiva dissipacion de flatos. Parece, que el resiudo, que dexó esta agua en la evaporacion, es una tierra gredosa, mezclada con muy corta porcion de sal algo amarga, la cual, ni con los espiritus acidos, ni con los alkalinos, hace mutacion alguna, cuya prueba junta con las demás que se hicieron dice, que dicha sal es neutra. Esto, y la experiencia, que los naturales alegan, persuade, que esta agua es provechosa, templada al fuego, en las colicas, y Hydropesias flatulentas, vigorando su virtud con alguna medicina apropiada.
Media legua tambien distante de Benavente, en el termino de Santa Marina, y en una viña, cuyo sitio, llaman la Platera, se halla una fuente, corriendo al Oriente, muy abundante, pues sirve para regar todas las viñas vecinas. Tiene su cerco de piedra de un estado de hondo, y en ella se cria copia de Lagartijas de agua, que los naturales llaman Salamanquesas; es clara, y delgada, y su gusto muy insipido; se tiene averiguado, que bebida en mucha copia, o con grande sudor, no hace daño, y que es poderosissima para excitar el apetito. Ultimamente nos dice dicho D. Thomás Cabeza Castañon, que en la villa de Valencia de D. Juan, distante seis leguas de Benavente, en un soto a orillas del Rio Esla, se cria en abundancia la especie de moscas, llamadas Cantaridas".