lunes, 9 de noviembre de 2009

Para el socorro de pobres y peregrinos - La fundación del Hospital de la Piedad de Benavente

El Hospital de la Piedad de Benavente, según una fotografía de Charles Clifford (1854)

El punto de partida para aproximarnos a los orígenes y los antecedentes del Hospital de la Piedad de Benavente debe ser la propia inscripción que exhibe su portada principal. Se trata de un elegante epígrafe de dos líneas, grabado en caracteres de minúsculas francesas. El texto recorre toda la moldura sobre el arco de entrada, bajo una cornisa, y está flanqueado por sendos relieves con el rostro de dos figuras de perfil. La lectura ofrecida en su momento por Gómez Moreno fue la siguiente:

Este hospital hizieron e dotaron los ills. señores don aº pimentel q. quinto e doña ana de belasco e herrera su muger y tituláronlo de nra. señora de la piedad porq. nro. señor la ya de sus ánimas; començose e dotose en el año de IUdXVII; acabose en el año de XVIII.

Una primera cuestión que suscita este texto es desentrañar las motivaciones presentes en el ánimo del quinto titular del condado, Alonso Pimentel (1499-1530), y de su mujer, Ana Herrera y de Velasco, para establecer en Benavente una fundación piadosa de estas características. En realidad, nuestro hospital no es más que el último eslabón, el más sólido y duradero, de una larga cadena de historia asistencial en Benavente, y también de una tradición familiar.

Sabemos que con anterioridad existió en la villa otro hospital de protección condal, en este caso bajo la advocación de la Anunciación de la Virgen María. En 1431 Rodrigo Alfonso Pimentel, II conde (1420-1440), solicitaba del papa Eugenio IV indulgencias en determinadas fiestas litúrgicas para su iglesia y capilla. Los beneficiarios serían todos aquellos que visitando anualmente dicho lugar, contribuyeran con sus limosnas a la reparación, conservación y sustentamiento de los pobres y enfermos. También fundaron los Pimentel el Hospital de San Pedro, en Puebla de Sanabria, una iniciativa del V Conde.

Los primeros movimientos para establecer en Benavente un nuevo hospital se remontan al año 1510, aunque todo apunta a que las intenciones estaban ya presentes desde la llegada misma del nuevo titular al condado. De esta fecha existe una disposición otorgada por Juana I, reina de Castilla, por la que concede licencia a Alonso Pimentel, para construir un hospital de pobres en la villa de Benavente, cargando todos sus gastos sobre los bienes que estuvieran fuera del mayorazgo.

Precisamente este mayorazgo, instituido en 1504 por el V Conde, se convirtió a la postre en una fuente de problemas a la hora de asegurar la adecuada dotación del nuevo hospital y garantizar su supervivencia. La imposibilidad de asignar determinados bienes y rentas, vinculados al mayorazgo, obligó a los condes a rectificar algunas de sus donaciones anteriores y a buscar vías de financiación alternativas.

Bula de Gregorio XIII al Hospital de la Piedad (1573)

 Hospital de la Piedad, según una postal de hacia 1910 

Patio del Hospital de la Piedad, según postal de los años 30

Patio del Hospital de la Piedad, según una fotografía de Pablo Testera

Patio del Hospital de la Piedad, según una fotografía de los años 20

En un principio, en el ánimo del conde estaba dedicar el nuevo hospital a la Santa Cruz, seguramente por su vinculación particular con la iglesia y hospital existente previamente en la villa con este mismo nombre. De hecho, las primeras asignaciones de rentas van dirigidas a una institución de este nombre. En 1511 Alonso Pimentel otorgaba una carta de poder a su criado, Bernardo de Toriego, para que entregara cada año al Hospital de Santa Cruz de Benavente, el importe de 50.000 mil maravedís de juro de los Barrios de Salas, que su madre, María Pacheco, tenía concedido por privilegio real.

En la misma carta de fundación y dotación del Hospital de la Piedad, en 1517, el conde recordaba estas actuaciones previas. Su interés por aclarar esta cuestión indica que en realidad se trataba de una única fundación: “que yo hube comprado (los 50.000 maravedís) en los Barrios de Salas de la condesa de Benavente, doña María Pacheco, mi señora madre, e yo los renuncié en el dicho hospital que aún había de hacer entonces [e] tenía pensado que se llamare el hospital de Santa Cruz, e por virtud de ni renunciación se sacó prebilegio de ellos”.

Es en 1512 cuando encontramos por primera vez la advocación de Nuestra Señora de la Piedad. El nuevo nombre, recogido en una bula del Papa Julio II de este año, indica que el cambio de planes debió producirse muy poco después. Nuevamente es la carta fundacional de 1517 la que nos informa sobre las gestiones previas realizadas y la ubicación elegida: "tengo deliberado hacer un hospital en esta mi villa de Benavente cerca del monesterio del señor San Francisco, en la calle que dicen de Santa Cruz, ha donde solía ser el Hospital de la Cruz, e para ello tengo procurado de nuestro muy Santo Padre muchas indulgencias y ayudas espirituales".

La iglesia o ermita de Santa Cruz y su hospital anexo no cuentan con demasiadas noticias anteriores al siglo XVI. Pudo ser una las primitivas iglesias o parroquias de la villa en la época de la repoblación y, tal vez por ello, el concejo se continuaba reuniendo en alguna ocasión en sus inmediaciones, como ocurrió en 1433: “juntos en su concejo cerca de la iglesia de Santa Cruz”.

Durante el siglo XV su condición es polifacética, pues se la menciona indistintamente como iglesia, ermita, hospital y cofradía, pero no es, desde luego, una parroquia o colación. En 1446 se venden unas casas junto al hospital de Santa Cruz, que lindan con un corral propiedad de su cofradía. En 1475 se menciona al abad de la ermita de Santa Cruz, bajo cuya dirección debía estar la cofradía y hospital del mismo nombre. Pocos meses antes de la fundación, concretamente, el 28 diciembre de 1516, el conde adquirió de los abades y cofrades de la cofradía su hospital, con sus corrales y huertos, sito en la colación de San Juan del Mercado, en la calle de la Cruz, por 60.000 maravedís libres de alcabala.
Fue, por tanto, sobre estos antiguos solares sobre los que se cimentó la nueva construcción. Esto no supuso la extinción de la cofradía de la Santa Cruz, pues sus cofrades construyeron un nuevo templo en lo que hoy es la ermita de la Soledad.

Sin embargo, el espacio proporcionado por la antigua ermita no fue suficiente para los planes de los Condes. El nuevo edificio, mucho más ambicioso y concebido para perdurar en el tiempo, necesitó de bastante más suelo urbano que su antecesor.

Buena prueba de todo ello es la serie de compras de casas, situadas en esta misma calle y en la contigua de San Francisco, efectuadas por los condes desde algunos años antes. Así en 1506 compraron a Fernando de Reynoso unas casas en la calle de San Francisco y colación de San Juan por 75.000 maravedís. En 1510, unos vecinos de Benavente, Matías de Hordás y María de Oviedo, vendieron sus casas en esta misma calle por 27.000 maravedís. En 1514, Bernardino de Castro y Catalina García hicieron lo propio con unas casas con su bodega y cueva situadas también en la calle San Francisco por 40.000 maravedís. En 1514 los condes compraron a Fabián Sánchez, vecino y regidor de la villa de Benavente, unas casas en la colación de San Juan del Mercado, junto al hospital de Santa Cruz, por 10.000 maravedís.

La elección del emplazamiento presentaba algunos puntos notables a su favor. Desde luego, debe citarse la proximidad a la plaza del Mercado y al monasterio de San Francisco: “hospital de Nuestra Señora Santa María de la Piedad, que es en la mi villa de Venavente, enfrente del monesterio de San Francisco”. Pero también debe destacarse la inmediatez a la puerta de Santa Cruz, una de las más concurridas, y entrada natural para aquellos viajeros y peregrinos que, tras atravesar el Esla en el puente de Castrogonzalo, se dirigían a la villa. Igualmente, muy próximo estuvo el llamado Mesón de Santa Cruz, del conde o del Hospital, complemento indispensable en la atención a los viajeros.

A la hora de buscar referentes en los que basar el funcionamiento y la organización del nuevo hospital, los condes se inspiraron en las fundaciones más importantes del Camino de Santiago: el Hospital Real de Santiago de Compostela, creado en 1499, y el Hospital de San Juan de Burgos. Esto es evidente y manifiesto tanto en los trámites seguidos para la fundación, como en la búsqueda de la protección papal. Ya en fecha tan temprana como 1512 una bula del Papa Julio II (1503-1513) confirmaba varios privilegios concedidos por él y sus predecesores al hospital de Santiago de Compostela y al hospital de la Piedad de Benavente, al igual que los tenía el hospital de Sancti Spiritus en Saxia (Roma). Igualmente en las ordenanzas de la institución benaventana, aprobadas en 1526, se hace una alusión expresa al centro compostelano, junto con el hospital de San Juan de Burgos: " .... y quanto a dar posadas y otros derechos estraordinarios episcopales si los obiere, como son los del dicho hospital de Santiago e San Juan de Burgos".

La finalidad y dedicación del centro quedan perfectamente definidas en el preámbulo de las ordenanzas de 1526: "porque los pobres e peregrinos que pasan por la villa de Venavente en romería a Santiago e a otras muchas partes e peregrinaziones recivan caridad e ayuda, e los enfermos sean curados e hallen saludable descanso e mitigazión de sus travajos, acordaron de fundar e dotar una cassa y hospital en la dicha villa de Benavente, la cual comenzaron en el año de la encarnazión de nuestro Señor Jesuchristo de mill quinientos e diez y siete años y la acavaron en el año de mill quinientos e veinte".

La importancia de la Vía de la Plata, y en general, de todo el norte de la provincia de Zamora, en el contexto de las rutas jacobeas está documentada desde los primeros siglos medievales. La inexistencia en la villa de un centro específico para acoger a este volumen creciente de peregrinos debió mover a los condes a acometer esta fundación.

A todo este cúmulo de circunstancias y condicionantes cabe añadir, por último, una particular devoción de la familia Pimentel por la figura del apóstol peregrino, atestiguada desde los mismos inicios del condado. El propio conde fundador del hospital, Alonso Pimentel, fue caballero de la Orden de Santiago y tuvo a su cargo la Encomienda de Castrotorafe. De ello hay referencia en la propia carta fundacional: “E otrosí, renuncio todas e qualesquier leyes e fueros e derechos canónicos y reales, civiles y municipales e cualesquier escepciones e buenas razones de que me podría ayudar e aprobechar para hir o venir contra lo en esta carta contenido, e qualquier prebilegio que yo tenga como grande señor o caballero de armada caballería o de la orden del señor Santiago de espada o en otra cualquier manera”.

Fachada del Hospital de la Piedad, según una fotografía de principios del siglo XX

Fachada del Hospital de la Piedad, según una postal de hacia 1910

Patio del Hospital de la Piedad, según una postal de hacia 1910

Plaza de San Francisco con fachada del Hospital de la Piedad, según una postal de los años 50

1 comentario:

Azucena dijo...

Me parece un excelente artículo. Las fotografías del claustro del Hospital de Santa Cruz, han llamado poderosamente mi atención por su similitud a otros claustros de principios del siglo XVI,vinculados, muchos de ellos a la Orden de Santiago, como también este de Benavente. Quería preguntar al autor del artículo, si las fotografías adjuntas corresponden al mismo claustro, ya que existen diferencias notables entre ellos (presencia de escudos en el arranque de los arcos, o acristalamiento de los vanos). Sería importante que pudiera confirmar ese punto, y si es posible recibir alguna fotografía más a través de mi correo electrónico.
Sin mas, y reiterando mi felicitación por el artículo y el blog en general, recibe un saludo
Azucena