Vista de la Plaza de San Martín durante la fiesta del Toro Enmaromado. Años 40. (Foto CEB Ledo del Pozo) |
Iglesia / advocación: San Martín de Tours.
Otras denominaciones: "San Martino", "San Martín de la Puebla".
Categoría: Parroquia.
Localización: En la Plaza de San Martín y junto a la calle San Martín.
Patronos / presentación: Perteneciente a la Orden de Santiago.
Fundación: Fundada por los parroquianos en época de Fernando II (1157-1188).
Primera mención documental: 1188.
Desaparición: Finales del siglo XVIII.
Cofradías y capellanías: Capellanía de San Martín o de la Santísima Trinidad.
Sus promotores o fundadores debieron ser los propios parroquianos, que en 1188 entregan el templo a la Orden de Santiago para la culminación de su obra. El convenio establecido el día 1 de junio con el maestre de la Orden, Sancho Fernández, y el comendador, Juan Massoco, contiene interesantes cláusulas que nos ilustran sobre el panorama social del Benavente de finales del siglo XII. Para José-Luis Martín, primer editor del diploma, con este pacto los miembros del "concilium" de la iglesia de San Martín de Benavente no ingresan en la Orden, pero pueden considerarse "familiares" de la misma.
Este concilio está formado por los "parrochianos et heredes supradicte ecclesie, viros ac mulieres" (parroquianos y herederos de la dicha iglesia, hombres y mujeres), que dan al maestre Sancho Fernández la titularidad de su iglesia siempre que el maestre se comprometa a construirla con tal calidad "sicut in Benevento melior illa non sit excepto illas que ex lapidibus fectis construuntur" (de forma que en Benavente no exista otra mejor, excepto aquellas que sean construidas con piedras). De esta noticia se deduce que nuestra iglesia era una construcción modesta, probablemente hecha con las técnicas tradicionales del tapial y el adobe. Las iglesias construidas "ex sectis lapidibus" deben identificarse con obras de fábrica románica, como San Juan del Marcado y Santa María del Azogue, que en estas fechas debían tener su planta bastante avanzada.
Según las condiciones estipuladas, la iglesia de San Martín debía concluirse en un plazo de un año a partir de la primera fiesta de San Martín (el documento tiene fecha de 1 de junio). Además, se establecen otras disposiciones. La Orden tiene ahora facultad para nombrar al capellán, pero si este se desentendiera de sus obligaciones, los parroquianos podrían embargar sus bienes, obligarle a cumplir las normas vigentes en los demás templos de Benavente, e incluso reclamar la titularidad de la iglesia para entregarla a quien quieran. El maestre se compromete, además, a proporcionar vestido, alimento y alojamiento "honesto" a cualquiera de los parroquianos si estos padeciesen necesidad, y a poner un maestro para enseñar a los hijos de los donantes que quisieran aprender: "filios parrochianorum istius ecclesie qui discere voluerint... qui illos bene doceat absque munere".
En 1572 el VI conde de Benavente, Antonio Alfonso Pimentel, formaliza una carta de permuta con Alonso García, cura de la parroquia de San Martín en Benavente, por la cual éste cede al primero una tierra situada en el término de Monesteruelo que pertenece a la capilla de San Martín o de la Trinidad, que se encuentra en la citada iglesia de San Martín, y el conde cede a dicha capilla cinco heminas de trigo anuales situadas sobre el molino de Villabrázaro.
Sobre las características del templo no contamos con datos. Su fábrica no debía ser de gran mérito, pues del documento mencionado de 1188 se deduce que no estaba construida con piedra de sillar, como Santa María del Azogue o San Juan del Mercado: "sicut in Benevento melior illa non sit excepto illas que ex lapidibus fectis construuntur". Lo que si sabemos, por referencias del XVII, es que el edificio estaba muy próximo a la muralla: "Camarzana a de azer seis tapias a las espaldas de San Martin y la muralla [...] Calzadilla quatro tapias a las espaldas de la parroquia de San Martin encima destas".
Durante el siglo XVIII debió consumarse la decadencia del templo, probablemente por la mengua de sus parroquianos. Según Eduardo Fuentes Ganzo la iglesia fue cerrada al culto en diciembre de 1798 por orden del Tribunal eclesiástico de la Vicaría de San Millán. Su feligresía fue adscrita a Santa María del Azogue. El último párroco de San Martín, hasta 1798, fue Juan Pérez.
Restos de la iglesia estaban aún en pie a mediados del siglo XIX. En el Diccionario de Madoz se menciona como una de las cuatro iglesias desaparecidas a finales del siglo XVIII de las que aún se conservaban escombros. En 1856 Manuel Gil Parra solicitaba licencia al Ayuntamiento para edificar una casa en “la iglesia caída de San Martín”.
La iglesia de San Martín se encontraba al norte de la villa, en la plaza del mismo nombre, muy próxima al barrio judío y la muralla. Fue una de las nuevas parroquias creadas al calor de la repoblación de la villa por Fernando II. Este nuevo barrio benaventano recibió el nombre de “puebla” de San Martín o colación de San Martino.
Sus promotores o fundadores debieron ser los propios parroquianos, que en 1188 entregan el templo a la Orden de Santiago para la culminación de su obra. El convenio establecido el día 1 de junio con el maestre de la Orden, Sancho Fernández, y el comendador, Juan Massoco, contiene interesantes cláusulas que nos ilustran sobre el panorama social del Benavente de finales del siglo XII. Para José-Luis Martín, primer editor del diploma, con este pacto los miembros del "concilium" de la iglesia de San Martín de Benavente no ingresan en la Orden, pero pueden considerarse "familiares" de la misma.
Este concilio está formado por los "parrochianos et heredes supradicte ecclesie, viros ac mulieres" (parroquianos y herederos de la dicha iglesia, hombres y mujeres), que dan al maestre Sancho Fernández la titularidad de su iglesia siempre que el maestre se comprometa a construirla con tal calidad "sicut in Benevento melior illa non sit excepto illas que ex lapidibus fectis construuntur" (de forma que en Benavente no exista otra mejor, excepto aquellas que sean construidas con piedras). De esta noticia se deduce que nuestra iglesia era una construcción modesta, probablemente hecha con las técnicas tradicionales del tapial y el adobe. Las iglesias construidas "ex sectis lapidibus" deben identificarse con obras de fábrica románica, como San Juan del Marcado y Santa María del Azogue, que en estas fechas debían tener su planta bastante avanzada.
Según las condiciones estipuladas, la iglesia de San Martín debía concluirse en un plazo de un año a partir de la primera fiesta de San Martín (el documento tiene fecha de 1 de junio). Además, se establecen otras disposiciones. La Orden tiene ahora facultad para nombrar al capellán, pero si este se desentendiera de sus obligaciones, los parroquianos podrían embargar sus bienes, obligarle a cumplir las normas vigentes en los demás templos de Benavente, e incluso reclamar la titularidad de la iglesia para entregarla a quien quieran. El maestre se compromete, además, a proporcionar vestido, alimento y alojamiento "honesto" a cualquiera de los parroquianos si estos padeciesen necesidad, y a poner un maestro para enseñar a los hijos de los donantes que quisieran aprender: "filios parrochianorum istius ecclesie qui discere voluerint... qui illos bene doceat absque munere".
Durante el siglo XIII hay varias menciones documentales de nuestra iglesia. En 1219 Sancha Pérez, mujer de Rodrigo Pérez, dona al prior Rodrigo Fernández y al convento de San Marcos de León unas casas en Benavente que están en el atrio de San Martín. Entre los confirmantes aparece un capellán, don Juan, que lo debía ser de la iglesia. En 1243 se menciona la presentación de la iglesia de "San Martín de la Puebla de Benavente", hecha por el maestre don Fadrique, rogando a don Gonzalo Martínez, prior de San Marcos de León, que le diese la cura de almas.
En el inventario de parroquias del obispo de Oviedo Gutierre de Toledo (1377-1389) se incluye este templo en el arciprestazgo de Benavente, con sus derechos de presentación y la partición de los diezmos:
"San Martino de la dicha villa húsala apresentar el comendador d'Estriana. Es capellán della Alfonso Gil. Los diezmos desta eglesia pártense en esta manera: el obispo lieva la terçia parte de pan e vino e ajos e çebollas e lino e otra terçia parte del pie de altar et todo lo al liévalo el capellán. En esta eglesia ha tres capellanías servidas e la una lieva el capellán, las otras dos Miguel García e Iohán Martínez, clérigos. Paga de procuraçión [...] mrs. Riende esta capellanía con la otra capellanía [...] mrs".
En el libro de actas del Concejo de 1434, San Martín figura como una de las diez parroquias benaventanas que contribuyen al segundo y tercer repartimientos del pedido real del año 1433. Aparece asociada a Santa María del Azogue y San Pedro: "Sancta María del Açogue e San Pedro e San Martín 5.162 mrs".
En el libro de actas del Concejo de 1434, San Martín figura como una de las diez parroquias benaventanas que contribuyen al segundo y tercer repartimientos del pedido real del año 1433. Aparece asociada a Santa María del Azogue y San Pedro: "Sancta María del Açogue e San Pedro e San Martín 5.162 mrs".
En 1572 el VI conde de Benavente, Antonio Alfonso Pimentel, formaliza una carta de permuta con Alonso García, cura de la parroquia de San Martín en Benavente, por la cual éste cede al primero una tierra situada en el término de Monesteruelo que pertenece a la capilla de San Martín o de la Trinidad, que se encuentra en la citada iglesia de San Martín, y el conde cede a dicha capilla cinco heminas de trigo anuales situadas sobre el molino de Villabrázaro.
Sobre las características del templo no contamos con datos. Su fábrica no debía ser de gran mérito, pues del documento mencionado de 1188 se deduce que no estaba construida con piedra de sillar, como Santa María del Azogue o San Juan del Mercado: "sicut in Benevento melior illa non sit excepto illas que ex lapidibus fectis construuntur". Lo que si sabemos, por referencias del XVII, es que el edificio estaba muy próximo a la muralla: "Camarzana a de azer seis tapias a las espaldas de San Martin y la muralla [...] Calzadilla quatro tapias a las espaldas de la parroquia de San Martin encima destas".
Ledo del Pozo consigna su pertenencia a los santiaguistas, agregada a la encomienda de Estriana: "fue una de las iglesias más florecientes en la primitiva planta de la villa; en fin del siglo pasado fue agregada a Santa María la mayor".
Durante el siglo XVIII debió consumarse la decadencia del templo, probablemente por la mengua de sus parroquianos. Según Eduardo Fuentes Ganzo la iglesia fue cerrada al culto en diciembre de 1798 por orden del Tribunal eclesiástico de la Vicaría de San Millán. Su feligresía fue adscrita a Santa María del Azogue. El último párroco de San Martín, hasta 1798, fue Juan Pérez.
Restos de la iglesia estaban aún en pie a mediados del siglo XIX. En el Diccionario de Madoz se menciona como una de las cuatro iglesias desaparecidas a finales del siglo XVIII de las que aún se conservaban escombros. En 1856 Manuel Gil Parra solicitaba licencia al Ayuntamiento para edificar una casa en “la iglesia caída de San Martín”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario