domingo, 30 de enero de 2022

“Siendo de edad de dieciséis años cumplidos” – Una carta de profesión en el monasterio de Santa Colomba de las Monjas del siglo XVI

Carta de profesión de Luisa Vázquez en el monasterio de Santa Colomba de las Monjas (anverso)

Los orígenes del monasterio cisterciense del Salvador o de San Bernardo de Benavente hay que buscarlos en un antiguo cenobio altomedieval fundado en la localidad de Santa Colomba de la Monjas. Tenemos noticias del mismo a partir del año 1092, cuando diversos documentos mencionan una fundación monástica dedicada a San Salvador, en el territorio de Polvorosa, junto al río Órbigo: “in loco Sancti Saluatoris in territorio de Puluurera, sito iuxta riuulo Orbeco”.

No conocemos con certeza el momento de la fundación del monasterio, pero sí sabemos que la propiedad del mismo estaba a repartida entre varios herederos. Entre ellos se citan a Pedro Bermúdez, Bermudo Peláez, Auro Dulce, Fernando Flainez y Mayor Núñez. Varias de estas porciones acabaron, como consecuencia de confiscaciones, en manos del rey Alfonso VI, quien las entregó en 1097 a la catedral de León.

El monasterio se asentaba sobre una antigua villa: "Santa Colomba de Polvoreda y Arcos", tal vez relacionada con varios yacimientos romanos próximos. Los diplomas de la época utilizan diversos referentes espaciales para localizar este enclave, siempre en la confluencia del Esla y el Órbigo: “quod est situm inter duos fluuios qui dicuntur Estula et Orbego, et dicitur illud monasterium ex uocabulo Sancti Saluatoris, in uilla que uocatur Sancta Columba de Poluorera et de Arcus”. El nombre de “Santa Colomba de Arcos” es el más habitual en estos documentos de finales del siglo XI.

A partir de entonces, la memoria de esta primera fundación se pierde. Parece que la vida monástica se extinguió, pues no volvemos a encontrar nuevas menciones. En 1116 el obispo Diego entrega a la catedral de León posesiones en este lugar, pero ya no se menciona ningún monasterio: "In Sancta Columba de Arcos, VIam partem que fuit de Pelagio Uellidiz, et totam racionem que fuit de Fernando Flainiz".

No será hasta 1181 cuando un grupo de familias realizan una donación para la fundación de un nuevo monasterio femenino bajo la Orden del Císter en este mismo emplazamiento: “in quorum honore ecclesia fundata est in uilla que Sancta Columba dicitur, territorio Puluurera secus fluuium Auruego”.

Esta segunda fundación vincula de forma clara el monasterio de Santa Colomba con la villa de Benavente. La aldea estaba dentro de los límites del alfoz del concejo, varios de sus fundadores están emparentados con familias de los primeros repobladores de la villa y en el propio documento encontramos la confirmación del concejo de Benavente, de su notario, de ocho de sus alcaldes y del concejo de Santa Colomba. Según diversos autores, las primeras monjas cistercienses que pueblan el monasterio provenían de Gradefes. Sin embargo, fue con el monasterio de Moreruela con el que existió históricamente una relación de filiación.

A partir de 1581 se acomete la edificación en Benavente de un nuevo monasterio de la comunidad femenina cisterciense de San Salvador, hasta entonces enclavado en Santa Colomba de las Monjas. Este traslado fue consecuencia de varias negociaciones anteriores con el concejo de la villa y de la adquisición de terrenos junto a la iglesia de Santa María de Renueva, hasta entonces ocupados fundamentalmente por huertos. En mayo de 1581 se firma una concordia y aceptación por parte del cura, mayordomo y feligreses de Santa María de Renueva, quienes aceptan la instalación del nuevo monasterio junto a su parroquia. Las obras se prolongaron durante varios años, durante los cuales a instancias del conde de Benavente las monjas fueron acogidas temporalmente en el Hospital de la Piedad.

Entre los documentos relacionados con este traslado hay también una petición al obispo de Oviedo del conde de Benavente, del concejo y regimiento de la villa, así como del cura y feligreses de Renueva, para que concediese licencia a la comunidad de poder celebrar los divinos oficios y la misa en dicha parroquia, pero quedando libre el cura y sus feligreses para realizar sus funciones como lo venían haciendo. Las religiosas disponían del coro alto y de una capilla cerrada con reja, junto al altar de Santa Lucía.

Durante el año 1976 se produjo el derribo del monasterio de San Bernardo. Los solares fueron ocupados por varios bloques de viviendas y la Estación de Autobuses. El 30 de noviembre de 1976 las monjas abandonaron el viejo edificio y se trasladaron a su nuevo convento de la carretera de Villanueva de Azoague.

La carta de profesión de Luisa Vázquez de Yebra se conserva en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Es una pieza de pergamino de 331 x 373 mm. que presenta evidentes signos de deterioro, con manchas de humedad y pérdidas de pigmentación en sus partes policromadas. A pesar de ello, su lectura no ofrece graves dificultades gracias a una reciente restauración. Como ocurre con otros documentos de este tipo, presenta un anverso más solemne, escrito en latín, con caligrafía esmerada y varios escudos como motivos decorativos, y un reverso con una diligencia del acto de profesión firmado por la nueva monja y varios testigos.

Luisa Vázquez de Yebra era vecina de Benavente, hija de Gonzalo Vázquez de Buiza, regidor de la villa, y de Beatriz de Yebra. Tomó el hábito a los dieciséis años de edad, un 26 de junio de 1575, en presencia de Francisco Rodríguez, abad de Moreruela, y Antonia González de Almansa, abadesa de Santa Colomba. Su carta de profesión está refrendada de tres testigos, todas ellas monjas de la casa.

En el momento de su ingreso en el monasterio, o poco antes, sus padres entregaron una generosa dote a esta institución, lo cual originó un pleito posterior con algunos de sus herederos, especialmente con su hermano Antonio Vázquez de Yebra. De la ejecutoria de este pleito es precisamente de donde procede el pergamino del que ahora nos ocupamos.

Por documentación que se conserva en el monasterio cisterciense sabemos que Luisa Vázquez fue considerara como una de la principales benefactoras de la comunidad. Según las referencias que nos ofrecen Damián Yáñez y Florián Ferrero parece que Luisa era sobrina de la abadesa, Antonia González del Almasa.

Unos días antes de su carta de profesión, el 15 de junio de 1575, hizo testamento en el que dejó diversas mandas a la casa, entre ellas 30.000 maravedís a su tía "los cuales le mando pagar e restituir por los gastos que conmigo ha fecho e por me haber criado". Entrega igualmente un frontal y una casulla de carmesí con sus cenefas de oro, y 50.000 maravedís  para que "se haga un cuarto de casa a parecer e voluntad de la señora abadesa e convento, el cual se haga e edifique de manera que en el se gasten los dichos cincuenta mil maravedís".

Estos bienes debieron ser aplicados en gran parte a costear el traslado a Benavente y la edificación de un nuevo convento en huertos y solares próximos a la desaparecida iglesia de Santa María de Renueva.

De estos mismos años se conservan en la fachada del actual monasterio dos escudos de piedra que deben conmemorar las obras de construcción y el traslado. El primero de ellos, hoy en la entrada a la capilla, puede reconocerse en algunas fotografías antiguas situado sobre la puerta principal del viejo caserón benaventano. El segundo, hoy en la fachada principal, lleva la fecha de 1581.


APÉNDICE DOCUMENTAL


1575, junio, 26. Junio.

Carta de profesión de Luisa Vázquez de Yebra, hija de Gonzalo Vázquez de Buiza y Beatriz de Yebra, vecina de Benavente, de dieciséis años de edad, en el monasterio de San Salvador de Santa Colomba de la Monjas. 

Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Pergaminos, carp. 34-14.

Ego soror donna Luisa Vazquez de Yebra promitto stabilitatem meam et conuersionem morum meorum et obedientiam secundum rregulam Santi Benedicti abbatis coram Deo et sanctis eius quorum reliquiae hic habentur in hoc loco qui uocatur Sanct Saluatoris Cisterciensis Ordinis, constructo in honorem beatissimae Dei genitricis semperque uirginis Mariae, in presentia reuerendissimi domini Don Franscisci Rodriguez, abbatis Morerolae nec non Domine Donne Antonie Goncalez de Almansa abbatise hius monasterii.

(+) Domingo veinte y seis días de junio de mil y quinientos y setenta y cinco años. Yo doña Luisa Vázquez de Yebra, hija de Gonzalo Vázquez de Buiza y de doña Beatriz de Yebra, vezina de la villa de Benavente, siendo de edad de diez y seis años cumplidos hize professión en el monasterio de San Salvador de Sancta Colomba de la Orden de San Bernardo, según de esta otra parte se contiene. E por que haga fe rogué a las señoras doña Juana de Cárdenas y doña Catalina de Barahona y Francisca de Campo, monjas del dicho monasterio, que estubieran presentes a la dicha mi professión e lo firmarsen de sus nombres juntamente conmigo.

Yo doña Juana de Cárdenas
Yo doña Catalina Barahona
Francisca de Campo
Yo doña Luisa Yebra Vázquez

Carta de profesión de Luisa Vázquez en el monasterio de Santa Colomba de las Monjas (reverso)

Escudo antiguo colocado sobre la puerta de entrada a la capilla

Escudo antiguo colocado en la fachada principal del actual monasterio (Año MDLXXXI)

1 comentario:

ELÍAS RODRÍGUEZ dijo...

Hace tiempo que no había vuelto a revisar tu blog y tienes unas entradas muy interesantes voy a irlas leyendo poco a poco. Si te confirmo que la abadesa era tía carnal de la profesa pues era hermana de su madre pero realmente eran medias hermanas pues ambas eran hijas de Alonso González un hidalgo de Villafáfila y de distintas esposas. Antonia González e Isabel de Almanza ingresaron en el convento en 1548, y Beatriz de yebra o Beatriz Vázquez, era hija de un segundo matrimonio. A ver si me animo un día de estos y hago un perfil de los antepasados de Luisa porque luego sale bastante en la documentación sobre todo su hermano Antonio Vázquez que acabó arruinado