domingo, 29 de mayo de 2022

Las casas de Antonio de Torquemada en la calle de la Viga de Benavente


Casa solariega del siglo XVI en la calle de Cervantes (antigua calle de la Viga)

Los condes de Benavente fueron propietarios de un importante patrimonio inmobiliario repartido por todo el casco urbano de su villa solariega. En la documentación de la Casa de Osuna nos topamos con abundantes referencias a casas, huertos, solares, bodegas, corrales, herreñales, hornos, silos, palomares, etc., unas veces de forma aislada y otras agrupados en lo que se denominan "casas de morada".

Estás propiedades fueron objeto de todo tipo de operaciones de compra, venta, permuta, arrendamiento o cesión. Varios de estos inmuebles eran simples casas familiares, adquiridas en diversos momentos, y arrendadas de forma habitual a los vecinos de la villa, o cedidas al personal al servicio de los condes. Por otra parte, es conocido que además de la “Fortaleza”, residencia de la familia condal durante varias generaciones, existieron otras casas "principales" y palacios en la villa, en los que consta la estancia de algunos de sus miembros de forma estable u ocasional.

Durante los siglos XVI y XVII parece que los Pimentel tuvieron un particular interés por un grupo de viviendas en la llamada “calle de la Viga”, hoy conocida como “calle de Cervantes”. En una de ellas vivió Antonio de Torquemada, secretario de Antonio Alfonso Pimentel, VI conde de Benavente.

Noticias sobre estas casas aparecen ya en el “Libro Becerro” del VI conde, Antonio Alfonso Pimentel, confeccionado en torno al año 1545. Así, en unos de los folios dedicados a las propiedades en Benavente encontramos los dos siguientes registros:

"Tiene su Excelencia unas casas que compró de Lope de Castro en la calle de la Viga por precio de setenta y un mill mrs. que lindan con casas de Pedro de Carbaxal regidor y con casas de su muger Dellido Álvarez. Pasó la cuenta della ante Toribio de Palaçios escrivano en el año de mill y quinientos y quarenta y çinco años".

"Tiene asimismo otras casas que compró en la dicha calle de la Viga y fue rematada en su excelencia por la justicia desta villa ante Maxolete, escrivano, en que Joan de Ontiberos, beldor de su excelencia, declaró en su testamento que debía y era descargo a su excelencia y tiene esta casa una carga de trigo que le paga al Cavildo Mayor de los clérigos de esta villa que se puede redimir con dársela en otra parte".

Esta última anotación incluye la siguiente glosa al margen: "Son las del secretario Torquemada".

Las crónicas describen a Antonio Pimentel como un noble renacentista, amante de las artes y las letras. Mantuvo y acrecentó la rica biblioteca familiar, patrocinó todo tipo de obras piadosas y ejercicio el mecenazgo sobre las fundaciones ligadas a su señorío. Fue también un importante coleccionista de obras de arte y en su palacio benaventano Lope de Rueda llegó a representar, para deleite del príncipe Felipe, algunos de sus "autos" y "entremeses".

Entre la cultivada corte de oficiales y servidores del conde cabe destacar a su secretario, Antonio de Torquemada, autor de diversas obras de gran difusión en su época como el "Manual de escribientes" (escrito hacia 1552), los "Coloquios satíricos" (Mondoñedo, 1553), "Jardín de flores curiosas" (Salamanca, 1570), o la novela de caballerías "Don Olivante de Laura" (Barcelona, 1564). Se le atribuye también, con ciertas dudas, el primer tratado sobre el juego de las damas impreso en España: "El ingenio o juego de marro, de punto o damas". Hay indicios de que se publicó en Valencia en 1547, pero no se conserva ningún ejemplar.

A Torquemada se le supone nacido en el entorno de Astorga entre 1505 y 1510, según se intuye de las pinceladas geográficas y cronológicas reveladas por los personajes de sus libros. Respecto a su desaparición tenemos más certezas. En 1570, cuando se publica en Salamanca su "Jardín de flores curiosas" ya había fallecido. Son sus "hijos y legítimos herederos": Luis de Torquemada y Jerónimo de los Ríos, los encargados de afrontar la edición y pedir la preceptiva licencia a Felipe II, que es concedida en El Escorial el 20 de marzo de 1569. En la edición de 1577 se vuelve a pedir licencia al rey pata la impresión y se alude a la mujer de Antonio de Torquemada: Aldonza de los Ríos.

En 1585 sus dos hijos pleitean para recuperar el prestigio y los derechos legales sobre la obra de su padre. La edición de la novela "Don Olivante de Laura" en 1564 se hizo de una forma anónima y fraudulenta. El original había sido robado a su autor e impreso en Barcelona por Claudio Bornat sin su consentimiento. En la querella los dos hermanos se presentan como "hijos legítimos que somos e quedamos de Antonio de Torquemada". Luis de Torquemada es "criado del Ilustrísimo Cardenal de Sevilla", mientras que el "liçenciado" Jerónimo de los Ríos recibe los poderes para afrontar las acciones legales. Jerónimo de lo Ríos Torquemada debió continuar, con mayor o menor fortuna, las inquietudes literarias de su padre. Fue autor del diálogo "La última batalla y final congoxa con que afflige el demonio al hombre en el artículo de la muerte, para hazerle desesperar de su salvación", (Valladolid, Andrés de Merchán, 1593).

La vinculación de Antonio de Torquemada con Astorga está muy presente en el "Jardín de flores curiosas". Varios de sus relatos narran asuntos relacionados con la ciudad, pero el entorno de Benavente es otro de los centros de atención de los episodios. En el prólogo se nos dice del autor que era "defuncto, vecino de la villa de Benavente". La obra está dedicada "al muy ilustre y reverendísimo señor don Diego Sarmiento de Sotomayor, obispo de Astorga, mi señor", y finaliza su prólogo como "de V.S.R. humilde servidor y criado, que sus muy ilustres manos besa. Torquemada".

En el "Manual", el escritor humanista declara llevar veintidós años al servicio de Antonio Alfonso Pimentel, VI conde de Benavente. Se presenta ante su protector como "menor y más humilde criado de Vuestra Señoría". El secretario concibió este texto como un manual para sus sucesores en el desempeño de esta responsabilidad: "para que los que viniesen a servir en esta Casa hallen alguna luz o claridad para los muchos negocios que en ella se despachen". En base a ello, y la datación de esta obra en torno a 1552, sus biógrafos han supuesto que el autor habría entrado al servicio del conde hacía 1530. Esta fecha coincide, además con la muerte del V conde, Alonso Pimentel, y el comienzo del mandato de su hijo y sucesor.

Volviendo sobre las casas de Torquemada en Benavente, en el “Libro Becerro” se nos dice que se encontraban en la calle de la Viga. En el siglo XVI se podía considerar una de las vías principales de la villa, pues comunicaba el corrillo de Renueva con la plaza “de Abajo”, "del Ganado", "del Mercado de los Bueyes", o simplemente “del Mercado”. Era una calle larga, serpenteante y estrecha en algunos puntos, con doble pendiente, y repartida desde el punto de vista de la organización parroquial entre las colaciones de Santa María de Renueva y San Nicolás. La familia de los condes poseyó al final de la calle otro grupo importante de casas y huertos. Sobre sus solares se levantó el llamado "Palacio de San Nicolás" o "Palacio viejo", con lindes hacia San Nicolás, la propia calle de la Viga, el pasaje de San Nicolás y salida de sus traseras hacia la Plaza del Grano.

A juzgar por los nombres y oficios de las personas moradoras en casas en esta calle, parece que congregaba a artesanos y a algunas de las familias más pujantes de la sociedad benaventana de los siglos XVI y XVII. Las viviendas documentadas son, en general, grandes, pues suelen incluir corrales, huertos y bodegas. Sus deslindes nos indican que las fachadas principales miraban hacia la propia calle, mientras que sus corrales y entradas secundarias lo hacían a la llamada calle de la Cárcel (hoy calle de Zamora) o hacia la calle de Santa Catalina.

En el “Libro Becerro” se advierte que las casas de Torquemada habían sido primero adquiridas por el conde de Benavente a través del descargo de una deuda reconocida en el testamento de Juan de Ontiveros, vecino de San Miguel del Valle, su anterior propietario. Tenían las casas, además, una obligación contraída con la Cofradía de los Clérigos de Benavente de un fuero de una carga de trigo al año “por Santa María de septiembre”.

En el Archivo Histórico de la Nobleza existe una escritura de 1542 que nos proporciona algunos detalles más sobre esta operación. Las casas fueron rematadas, después de pública almoneda, en 39.000 maravedís. Lindaban “de la una parte casas en que al presente bibe Ylena Brezeño, muger que fue de Francisco de Vega, e de la otra parte casas de la muger e hijos de Bernaldino de Vega, defuncto, e por delante la calle pública”.

Finalmente, la vivienda fue vendida por el conde al secretario Torquemada en fecha que no se indica, pero en todo caso después de 1545. De ello quedó constancia en nota explicativa de uno de los folios: “Carta de venta por el conde, nuestro señor, de las casas que su señoría compró de los herederos de Hontiveros en las casas de la Viga, por XXXIX mil maravedís. Bendiose al secretario Torquemada”.

"Olivante de Laura", Barcelona, 1564


Portada de "Jardín de flores curiosas", de Antonio de Torquemada (1570)

APÉNDICE DOCUMENTAL


1564, noviembre, 4. Benavente.

Escritura de compraventa otorgada por Luis de Tordesillas y su mujer Antonia Maldonado a favor de Antonio Alfonso Pimentel, conde de Benavente, relativa a unas casas situadas en Benavente en la calle de la Viga, en la colación de Nuestra Señora de Renueva, por precio de 42.000 maravedís, con los fueros y censos correspondientes.

Archivo Histórico de la Nobleza, Osuna, c. 426, d. 125.

Al dorso: “Carta de conpra del ilustrísimo conde de Benavente, mi señor, de las casas de la calle de la Biga, que compró de Luys de Tordesillas y su muger, por 42.000 mrs., con sus fueros. 1564. Estas casas están caydas”.

Sepan quantos esta carta de venta vieren como nos, Luys de Tordesillas y Antonia Maldonado, su muger, vezinos de la villa de Benavente, y yo la dicha Antonia Maldonado con liçencia y autoridad y expreso consentimiento que pido e demando a vos el dicho Luis de Tordesillas mi marido, que me deys y otorgueys para que por mi mesma o juntamente con bos pueda haçer y otorgar todo quanto en esta carta de venta con juramento será contenido y cada una cosa e parte de ello, y yo el dicho Luis de Tordesyllas ansí doy y otorgo la dicha liçencia y autoridad cumplida a vos la dicha Antonia Maldonado mi muger que suso me pedis e demandays, y yo la dicha Antonia Maldonado ansí la açeto e resçibo, e usando de ella nos anbos a dos juntamente o cada uno de nos por sí o como de derecho mejor lugar aya, otorgamos e conosçemos por esta carta que bendemos a vos el ilustrísimo señor don Antonio Alfonso Pemintel y de Herrera, conde de Benavente, nuestro señor, para vuestra señora e para sus hijos herederos y susçesores, e para aquel o aquellos que de bos e de ellos desçendieren y obieren título y causa y razón legítima por juro de vuestra heredad para siempre jamás, conbiene a saber, unas casas con su corral que nosotros tenemos e poseemos e nos pertenesçen en esta villa de Benavente, en la calle de la Viga, en la colaçión de Nuestra Señora de Ruanueba, que linda de la una parte con casas de Alonso Prieto, barvero, y de la otra parte con casas de Francisco Prieto, texedor, y enfrentan por delante en la dicha calle de la Viga, con syete reales de fuero perpetuo en cada un año que sobre ellas tiene Antonio Rodríguez, escrivano vezino de esta villa de Benavente, pagados por día de San Martín de nobiembre de cada un año, y con más mill maravedís de çenso en cada un año al quitar que sobre ellas tiene la Confradía de San Juan del Mercado de esta villa de Benavente, los quales dichos fueros de aquí adelante an de ser y sean a cargo de pagar de vuestra señoría y de sus herederos e susçesores, las quales dichas casas con sus corrales y con los dichos fueros, según que de suso van deslindadas y declaradas, con todas sus entras y salidas, usos y costumbres, serbidumbres quantas an y aber deben de fecho y de derecho bos vendemos por preçio e quantía de quarenta y dos mill maravedís de buena moneda usual corriente en Castilla, de los quales dichos quarenta y dos mill maravedís nos damos y otorgamos de bos por bien pagos, entregos y contentos a toda nuestra voluntad [...] de lo qual otorgamos esta carta ante el escrivano público e testigos de yuso escritos, que fue fecha y otorgada esta carta en la villa de Benavente a quatro días del mes de nobiembre, año del Señor de mill e quinientos e sesenta e quatro años. Testigos que fueron presentes a lo que dicho es: el contador Bernardino García, vezino e regidor de esta villa, e Antonio de Salamanca, e Agostín de Prado, vezinos de Benavente, e el dicho Luis de Tordesillas lo firmó de su nombre en el registro de esta carta, e a ruego de Antonia Maldonado, su muger, que dixo que no lo sabía, lo firmó el dicho Antonio de Salamanca en el registro de esta carta, e yo el sobredicho escrivano doy fee que conozco a los dichos otorgantes. Luys de Tordesillas, Antonio de Salamanca. E yo, Luys de Carvajal, escrivano público de su magestad real e del número de Benavente por el excelentísimo señor conde de Benavente, mi señor, presente fui a lo que dicho es e puse aquí mi nombre e signo que es a tal (signo). En testimonio de verdad. Luys de Carvajal.


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