martes, 1 de noviembre de 2022

Breve historia de la tarjeta postal benaventana - La Unión Católica

Afueras de "La Soledad"

A propósito de los orígenes de la tarjeta postal ilustrada en España, señala Carlos Teixidor que los primeros ejemplares fueron puestos en circulación en el año 1892. Las características principales de las postales antiguas fueron reglamentadas por la "Unión Postal Universal", estableciendo unas dimensiones de 90 x 140 mm., algo inferiores a los estándares actuales que suelen imprimirse a 105 x 150 mm. El cambio de formato se generalizó hacia el año 1960.

En un principio, su reverso no contaba con división alguna. Los usuarios solamente podían escribir una dirección, sin ningún tipo de texto complementario. Pero, a partir de 1906 se hizo habitual establecer dos partes bien diferenciadas por una línea vertical: la parte izquierda para incluir el texto libre del remitente y la parte derecha reservada para el franqueo y la dirección del destinatario. En cualquier caso, fueron diseñadas para circular "al descubierto" por el correo; es decir, sin sobre. Además, era un formato ideal para enviar breves mensajes, noticias, felicitaciones o recuerdos de un viaje.

En el auge y el éxito de este nuevo formato existía una importante justificación económica. El correo ordinario en sobres tenía un elevado coste para cualquier usuario medio de finales del siglo XIX, y la tarjeta postal disfrutaba de unas tarifas más baratas.  Así, en la prensa del año 1898 se informaba de que en todas las administraciones de correos de España había aumentado considerablemente la circulación de tarjetas postales a causa del aumento del "sello de guerra". 

Es difícil establecer el momento concreto en el que las tarjetas postales ilustradas llegaron a popularizarse en Benavente. Sabemos que en las dos primeras décadas del siglo XX varios editores locales comienzan a publicar series con motivos genuinamente benaventanos. Un buen ejemplo de todo ello fue la "Unión Católica", bajo cuyo membrete se editó una interesante colección de la que he podido ver los siguientes ejemplares:

- BENAVENTE. Ábside de la iglesia de Santa María
- BENAVENTE. Afueras de Soledad.
- BENAVENTE. Alrededores
- BENAVENTE. Calle de Alfonso XIII
- BENAVENTE. Cascada de la Fuente Mineral
- BENAVENTE. El antiguo Castillo
- BENAVENTE. El Ayuntamiento 
- BENAVENTE. Estación del ferro-carril
- BENAVENTE. Paseos y jardines de La Mota
- BENAVENTE. Puerta de Ntra. Sra. de la Piedad
- BENAVENTE. Vista panorámica desde el Castillo
- BENAVENTE. Vista panorámica desde la Sinoga

"La Unión Católica" era el nombre comercial de la librería e imprenta propiedad de Sergio Delgado Ruiz. Su actividad está documentada aproximadamente entre los años 1903 y 1920. Sus talleres se encontraban en el número 23 de la céntrica calle Alfonso XIII, hoy denominada con su nombre tradicional de La Rúa.

Sergio Delgado, además de su actividad como librero e impresor, fue también conocido en Benavente por ser un destacado letrado, escritor y periodista. Tuvo una presencia notoria en el panorama político, social y cultural del Benavente de principios del siglo XX. Fue miembro del "Bloque Popular Benaventano", fundador y secretario del "Ateneo" y director del semanario católico "El Eco de Benavente". Ejerció durante varios años como Juez Municipal, con diversos nombramientos al menos desde 1899. En algunos documentos firma también como "Juez Accidental de Instrucción de la villa y su partido por indisposición de su propietario". Su fallecimiento se produjo en Madrid en 1920, a donde había viajado para someterse a una operación quirúrgica.

"La Unión Católica" fue también el nombre de un partido político español de carácter católico que tuvo cierto protagonismo entre 1881 y 1884. Su militancia provenía de una parte de la corriente neocatólica que se había unido al carlismo durante el Sexenio Democrático. No alcanzó gran relevancia política y se acabó integrando en el Partido Liberal-Conservador, a instancias del papa León XIII. Esta coincidencia de nombres no es casual, pues Sergio Delgado estuvo vinculado a los medios católicos y al carlismo. Así en el semanario tradicionalista "La Atalaya", uno de los medios destacados de la prensa histórica carlista leemos la siguiente noticia en el año 1903:

"Hemos sido obsequiados con un ejemplar del curioso manual para sargentos, cabos y voluntarios de caballería, titulado: «El servicio avanzado», del que es autor D. Francisco Ramos y Cadenas, que lo ha dedicado al Duque de Madrid. El importe de la venta será premio a un voluntario en certamen de Madrid. Para los pedidos dirigirse a la Imprenta y librería "La Unión Católica", Rúa, 23. Benavente".

En 1916 la imprenta de Sergio Delgado estampó una "Historia de Benavente", obra de Eduardo Alejo Enríquez Llordén. Recientemente (2019), se ha publicado un facsímil por parte del Centro de Estudios Benaventanos "Ledo del Pozo", con estudio introductorio de Juan Carlos de la Mata Guerra y Francisco José Rebordinos Hernando.

Según estos autores, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX se encuentran las imprentas benaventanas de Ignacio Martín Gallego, de Telesforo Benito León y "La Unión Católica" de Sergio Delgado Ruiz, a las que sucederán las de Vitaliano Barroso del Olmo y de Avencio García Guerra , entre otras. En la imprenta de "La Unión Católica" se publicaron, entre otros, los semanarios: "El Eco de Benavente" (1909-1919), "El Porvenir (1912-1913) y "El estudiante" (1918), además de diversas obritas como: "Reseña de las conferencias religiosas predicadas por don Luis Calpena en la villa de Benavente (1914), "Benavente, un pueblo a su ministro" (1912), "Memoria de la Cámara de Comercio e Industria de Benavente (1912), etc. A esta breve relación se podrían añadir los "Aranceles parroquiales del Arciprestado de Vidriales, Obispado de Astorga" (1910), del que existe un ejemplar en la Biblioteca Pública de Valladolid.

En la edición original de la "Historia de Benavente" los textos de Eduardo Alejo se acompañaban de seis fotografías de la villa, pero ninguna de ellas se corresponde con la serie de postales que nos ocupa. La mala calidad de la impresión de las imágenes del libro hace sospechar que este tipo tarjetas en ningún caso se imprimirían en Benavente. Como se documenta en otros casos, se trataría de un encargo encomendado a alguna de las imprentas especializadas en estos menesteres.

La empresa Hauser y Menet, con sede en Madrid, fue la pionera en España en cuanto al número y la calidad de sus producciones. Esta casa fue fundada por dos impresores suizos: Óscar Hauser y Adolfo Menet. En su publicidad del año 1902 afirmaba tener unas tiradas de 500.000 ejemplares mensuales. A ella se unirían otras firmas, como la "Fototipia Lacoste" (antigua casa Laurent), o la "Fototipia Castañeira y Álvarez". 

Sin embargo, Hauser y Menet fue siempre considerada la mejor imprenta española en fototipia, reconocida por la perfección y nitidez de sus trabajos, tanto en láminas como en postales. Esta técnica de impresión fotomecánica permitía editar postales de gran calidad, pero al principio las tiradas estaban limitas a unas 500 copias, pues con el uso la capa de emulsión fotosensible, a base de gelatina, se deterioraba y se perdía nitidez. Las imágenes estampadas en fototipia, si se realizaban en un taller de cierto prestigio, poco tenían que envidiar a las copias en papel fotográfico. Son vistas monocolores, en "blanco y negro", o bien en tinta verde o azul. Al ampliar varias veces su tamaño se puede apreciar una característica estructura reticular, derivada del proceso de formación de la imagen y su impresión.

Es muy posible que en los talleres de la "Unión Católica" se acabaran imprimiendo los textos y los pies de imprenta que acompañan a las fotografías. Nada se opone a ello. Este trabajo se solía hacer en una segunda pasada por las máquinas. En este caso, los títulos empleados recuerdan a la tipografía de otras producciones de esta misma imprenta.

El texto comienza con la identificación del editor: "La Unión Católica" Imprenta de S. Delgado. Benavente. - Propiedad". A continuación, aparece la palabra "BENAVENTE" y el título del motivo de la fotografía. Este orden se invierte en los ejemplares que llevan el pie de imprenta en la parte inferior, concretamente en tres de ellos. Caso aparte es el de la postal de la "Cascada de la Fuente Mineral. Aquí se optó por imprimir el texto sobre una franja en blanco, seguramente porque el fondo era demasiado oscuro para destacar las letras en negro.

Sobre la fecha de edición de esta serie de postales benaventanas se pueden hacer algunas precisiones de interés. En primer lugar, hay que diferenciar distintas fases del proceso de producción. Un primer paso es el momento al que corresponde cada una de las fotografías, o de la totalidad del reportaje fotográfico. Luego está la impresión propiamente dicha de la tarjeta y, por último, su salida al mercado y distribución. Con frecuencia, las tarjetas se reeditaban, y esa circunstancia no siempre se puede documentar fehacientemente.

Parece que nuestra serie constaba de doce postales y fue puesta en circulación al mismo tiempo. Todas ellas tienen las mismas características, el mismo diseño y la misma tipografía en sus títulos El término "post quem" viene determinado por la postal que reproduce una vista del "antiguo Castillo". La imagen está sacada de una pintura de Pedro Sánchez Lago que se conserva en el Hospital de la Piedad. El cuadro fue dedicado "a la Excelentísima Señora duquesa de Benavente en su primera visita al Hospital de la Piedad", el día 16 de septiembre de 1902. Por otra parte, contamos con un ejemplar circulado en 1920, según hizo constar el remitente. En este mismo año, se produjo el fallecimiento de Sergio Delgado Ruiz.

El reverso de todas estas postales de "La Unión Católica" está dividido, y esto nos remite a la "circular" de 1905-1906 de la entonces "Dirección General de Correos y Telégrafos", del Ministerio de la Gobernación, por la que se autorizó esta práctica. A este respecto, señala Carlos Teixidor que entre los años 1901 y 1905 la edición de tarjetas postales ya había alcanzado su total madurez. Las tiradas eran muy elevadas y las imprentas exhibían una gran perfección en sus producciones, pero hasta 1906 las postales tenían el reverso sin dividir.

La postal del Hospital de la Piedad proporciona también algunas referencias cronológicas. Según la profesora Elena Hidalgo Muñoz, este edificio llegó a tener, desde su fundación en el siglo XVI, hasta cuadro fachadas distintas, correspondientes a  diferentes proyectos de reforma. Nuestra postal exhibe ya una imagen de la que sería la cuarta de estas fachadas. Fue construida en ladrillo por el arquitecto Segundo Viloria Escarda, que firmó su proyecto en 1911. La patrocinadora fue doña Dolores Téllez-Girón y Dominé, XIX condesa de Benavente, que manifestó su deseo de conmemorar así el 400 aniversario de la fundación del Hospital de la Piedad, que habían construido sus antepasados, cuando lo visitó en 1902. Así se hizo constar en una placa que figuró en la rosca del arco de la puerta principal durante algún tiempo.

No obstante, el proyecto de Segundo Viloria tardó algún tiempo en materializarse, no iniciándose las obras hasta al menos 1914. En este año, el "Heraldo de Zamora" informaba de que el "ilustre arquitecto provincial" se encontraba en la villa: "quien en plazo breve se propone restaurar el magnífico edificio [...] El Hospital de la Piedad en un plazo corto ha de ser un centro benéfico modélico". En la "Historia de Benavente de Enríquez Llordén, publicada como se ha dicho en 1916, la fotografía del Hospital es muy diferente a la de la postal, con la antigua fachada sin restaurar.

La vista de la calle Alfonso XIII presenta a un grupo de niñas entrando en el colegio de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, sito entonces en el viejo caserón de los obispos de Oviedo, también conocido como palacio de la Vicaría de San Millán. El uso de este edificio como escuela comenzó en el año 1908, después de su cesión por el obispado a las hermanas. Dedica Julián Cachón a este colegio dos artículos en su obra "Por estos adiles" (2010), fechando esta fotografía hacia 1918. Al colegio se accedía desde la Rúa "por amplio portalón, empinada escalera de madera, una meseta y bajada para llegar a un patio" Cachón identifica al personaje que aparece a la izquierda, ataviado con blusón y visera, como el comerciante de ultramarinos Ciriaco Llordén Porras.

La Rúa de Benavente se rebautizó como "Alfonso XIII" con el comienzo del reinado efectivo de dicho monarca. Sin embargo, en diversos anuncios publicitarios de la prensa de los años 1914 y 1915 se mantiene el nombre de "La Rúa" para referirse a esta calle. A la altura del número 21 de esta misma vía se encontraba por estos años la “Salchichería y Ultramarinos de Benito García Castro”, cuyo letrero publicitario se intuye en el ángulo superior derecho de la postal. El siguiente número impar, el 23, correspondería a los talleres del negocio regentado por Sergio Delgado. Por tanto, la fotografía estaría tomada a las mismas puertas de la imprenta de “La Unión Católica” en la Rúa.

Paseos y jardines de La Mota

Alrededores

El Ayuntamiento

Estación del ferro-carril

El antiguo Castillo

Puerta del Hospital de Nuestra Señora de la Piedad

Vista panorámica desde el Castillo

Vista panorámica desde La Sinoga

Ábside de la iglesia de Santa María

Calle de Alfonso XIII

Cascada de la Fuente Mineral

Reverso de la serie de postales

Reverso fechado en 1920

Portadilla de la "Historia de Benavente", de E. Alejo Enríquez Llordén (1916)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso ,todo..Gracias buen trabajo..REMI

Rafael González Rodríguez dijo...

Muchas gracias por visitar mi Blog y leer mis artículos

Anónimo dijo...

Muchas gracias, por enseñarnos a conocer mejor nuestro pueblo. Magnifico trabajo.

Anónimo dijo...

Que bueno ! Que buen trabajo ! Muchas Gracias