Plano del Benavente histórico |
Según cuenta Ledo del Pozo, hasta 18 parroquias llegó a tener Benavente en tiempos de la repoblación por el rey Fernando II. A la luz de la documentación hoy existente está afirmación resulta a todas luces inexacta. No todas las iglesias que existieron en Benavente fueron fundadas en esta época y, además, es improbable que en algún momento todas ellas gozasen de la consideración parroquial simultáneamente.
A lo largo de los siglos buena parte de estas iglesias y parroquias fueron desapareciendo como consecuencia de la pérdida de feligreses, la ruina de sus fábricas y las modificaciones en la organización eclesiástica de la villa. Sus rentas y bienes fueron agregados a otros templos con mejor fortuna y una vez derribadas, en el mejor de los casos, se mantuvo su memoria en el nombre de una calle o una plaza. Algunas de las iglesias que cita Ledo del Pozo es dudosa su misma existencia, y otras resulta muy problemático localizarlas exactamente al haber desaparecido hace siglos y haberse perdido por completo la memoria de las mismas.
El objeto de este artículo es ofrecer una breve reseña histórica de cada uno de estos templos, acompañada de los testimonios documentales más significativos sobre su trayectoria que se han podido recopilar. Esta primera aproximación no pretende se un estudio exhaustivo, pues los datos existentes sobre cada una de las iglesias darían para escribir una monografía. Es por ello que no se ha profundizado en cuestiones como los aspectos artísticos, la evolución de sus fábricas, el análisis de los libros parroquiales o el estudio de los diversos objetos, retablos e imágenes que se conservan procedentes de algunos de estos templos. Por las mismas razones tampoco se han incluido en este estudio las iglesias y capillas repartidas por los monasterios y hospitales existentes en la villa. Igualmente, sabemos que en el palacio-fortaleza de los Pimentel existió una capilla u oratorio de uso privado de los condes, y en el Jardín, a las afueras de la villa, hubo una ermita dedicada a San Juan, de la que al parecer aún se conserva el edificio en la finca de La Montaña.
Desde el mismo momento de la repoblación, el área urbana de Benavente perteneció al obispado de Oviedo, y por tanto las iglesias de la villa se sometían a su jurisdicción. Ya en un documento de 1184 relativo a una donación de casas en la parroquia de San Miguel se consigna: "Roderico episcopo Ouetensi habente ius episcopale in Benauento". No ocurría lo mismo con los territorios del alfoz del concejo, repartidos de una forma no siempre claramente definida entre las diócesis de Astorga, León, Zamora y Oviedo. Esta confluencia de diferentes jurisdicciones eclesiásticas creó no pocas tensiones y litigios por la delimitación de territorios y el control de los derechos y diezmos correspondientes. En la propia villa parece que algunas iglesias estuvieron en algún momento bajo la dependencia de la diócesis de Astorga. Es el caso de Santa María de Ventosa y Santa María de Renueva.
El primer recuento que conocemos sobre las parroquias benaventanas procede del siglo XIV. Se trata del inventario realizado bajo el gobierno del obispo de Oviedo, Gutierre de Toledo (1377-1389). Se incluyen en el mismo las parroquias del arciprestazgo de Benavente, con sus derechos de presentación y la partición de los diezmos. La fuente es sumamente interesante, pero lamentablemente el documento que conservamos está incompleto y solamente recoge seis iglesias.
En los libros de actas del Concejo se conserva una relación de las "collaciones" de la villa de Benavente ordenadas según las cantidades satisfechas en el segundo y tercer repartimientos del pedido real del año 1433. Se nombran aquí diez parroquias, aunque agrupadas en siete unidades fiscales: Santa María de Renueva, San Nicolás, San Juan, Santo Sepulcro, Santa María del Azogue, San Pedro, San Martín, San Andrés, San Julián y Santibáñez.
En 1655 el concejo ordena un repartimiento entre los vecinos de Benavente y su jurisdicción para la labor de reparación de las murallas. Los vecinos de la villa acuden agrupados en cada una de las diez parroquias, a saber: San Nicolás, Nuestra Señora del Azogue, San Juan del Mercado, Nuestra Señora de Renueva, San Andrés, Santiago, San Miguel, San Juan de los Caballeros, San Martín y el Sepulcro.
En la "Descripción general de España", obra dirigida por Francisco Mariano Nipho, encontramos una panorámica muy completa de la organización parroquial de la villa en 1771. Esta fuente proporciona detalles muy interesantes, pues incluye el número de vecinos, número de habitantes y la pertenencia de cada uno de los templos. Registra nueve parroquias, pero enumera solamente ocho y omite referencia alguna a la iglesia principal: Santa María del Azogue:
"La villa de Benavente pertenece al obispado de Oviedo, y tiene 9 parroquias, que con el número de vecinos y almas de comunión son las siguientes:
San Nicolás, cuyo patronato pertenece al Sr. Temporal y tiene 99 vecinos. 297 almas de comunión.
San Juan, vulgo de Relox, pertenece al Señor Temporal de esta villa, tiene 91 vecinos. 273 almas de comunión.
Santa María, vulgo Ruanova, pertenece al Rey Nuestro Señor y tiene 88 vecinos. 264 almas de comunión.
San Andrés, perteneciente al Sr. Temporal de la Villa, tiene 88 vecinos. 264 almas de común.
Santo Sepulcro, pertenece al monasterio de Arlanza de Benitos, y tiene 67 vecinos. 201 almas de comunión.
San Martín, pertenece al Caballero Comendador que es, o fuere de la Encomienda de Estriana en la Orden de Santiago, tiene 34 vecinos. 102 almas de comunión.
San Miguel, pertenece al Señor Temporal de la Villa, y tiene 38 vecinos. 114 almas de Comunión.
San Juan del Mercado, pertenece al Serenísimo Señor Infante Don Gabriel, quien presenta el curato a un freyle de San Juan de Jerusalén. Tienen 105 vecinos. 315 almas de comunión.
Suma 726 vecinos. 2.148 almas de comunión".
En el Diccionario Histórico-Geográfico de la provincia de Zamora según las informaciones obtenidas por el geógrafo real Tomás López, entre 1765 y 1798, se dice: "Benavente tiene como parroquias Santa María la Maior, San Nicolás, San Juan del Mercado de la religión de San Juan de Malta, el Santo Sepulcro, San Andrés, San Martino, San Juan del Relox, San Miguel, Santhiago, agregada a Santa María la Maior, y en todas son diez”.
Esta situación va a cambiar radicalmente durante el siglo XIX. Como relata Eduardo Fuentes Ganzo, en 1800 “el conjunto urbano se divide administrativamente en nueve parroquias, incluyendo fuera del recinto urbano, las huertas y casas de labor de la villa: Santa María la Mayor, San Martín, San Nicolás, San Juan del Mercado, San Juan del Relox o de los Caballeros, Santa María de Renueva, San Andrés y El Sepulcro".
En el Diccionario de Madoz, de mediados del siglo XIX, se dice que "en otro tiempo no muy remoto hubo once iglesias parroquiales, de las que se conservan seis, tituladas Santa María del Azogue, que es la mayor, el Sepulcro, San Nicolás, Santa María de Renueva, San Andrés y San Juan Bautista (vulgo del Mercado). El orden en que van designadas es el mismo que guardan entre sí de preferencia en las funciones religiosas a que concurren todas, o cuando en cada una de ellas hay que celebrar alguna fiesta".
El proceso de racionalización del arciprestazgo de Benavente, entre 1885 y 1892, hará que a finales de siglo quedarán reducidas las parroquias a tres: Santa María del Azogue, San Juan del Mercado y Santa María de Renueva.
En el año 1973 se publica la "Guía de la Iglesia de Zamora", donde la situación de las parroquias de Benavente es la siguiente:
Arcipreste de Benavente: D. Ceferino Carnero Gómez
Parroquia de San Juan Bautista
Población: 6.500 habitantes
Párroco: Don Elías Tocino Pascual
Coadjutor: Victorino González de la Torre
Coadjutor: Don Marcelino de Dios Dios
Parroquia de Santa María la Mayor
Población: 2.250 habitantes
Regente: Don Leovigildo Martín Villar
Coadjutor: Don Pablo Muriel Hernández
Parroquia de Santa María de Renueva
Población: 6.000 habitantes
Ecónomo: Don José Muñoz Miñambres
Coadjutor: Don Vidal Aguado Seisdedos