Puerta de acceso a la antigua iglesia de San Salvador en el año 1989 |
Iglesia / advocación: San Salvador.
Otras denominaciones: "Sanctus Salvator".
Categoría: Parroquia.
Localización: En la calle de Santa Clara, en los solares del monasterio del mismo nombre.
Patronato / presentación: Sin datos.
Fundación: Edificada antes de 1210 por Pedro Peláez y María Ihoanis.
Primera mención documental: 1210.
Desaparición: Convertida en capilla del monasterio de Santa Clara hacia 1388.
Cofradías y capellanías: Sin datos.
La iglesia y parroquia de San Salvador ha pasado prácticamente desapercibida para la mayoría de benaventanos a pesar de haber mantenido gran parte de su fábrica intacta hasta los últimos años del siglo XX. La razón de esta peculiaridad está en que fue incorporada en el siglo XIV al monasterio de Santa Clara como capilla conventual, con lo que se perdió la memoria sobre su auténtica naturaleza. Sin embargo, su entrada mudéjar de triple arcada apuntada de ladrillo delataba su origen medieval y su estampa quedó unida, hasta su desaparición, a la comunidad de clarisas benaventanas.
Se trata de una de las pocas iglesias benaventanas de las que contamos con datos precisos sobre su origen y fundación. En 1210 dos vecinos de Ventosa, Rodrigo Peláez y María Ihoannis, hacían una declaración por escrito en el sentido de que "aunque la iglesia de San Salvador de la villa de Benavente, que ellos edificaron, esta inclusa en el Obispado de Oviedo; los cálices libros y ornamentos que se hallan en ella son de la Santa Iglesia de Astorga". Y se añade en el breve extracto que conservamos de este documento: "Teniendo a Benavente D. Rodrigo Fernandi, y a la consagración desta yglesia assitió el obispo de Mondoñedo". Este relato pone de manifiesto la complejidad de la organización eclesiástica de la villa de Benavente durante sus primeros años de existencia. Son varios los testimonios que tenemos sobre conflictos sobre jurisdicciones entre las mitras de Oviedo y Astorga, y así como los importantes intereses económico que ambos obispados mantenían en su territorio.
Por tanto, San Salvador fue fundada no mucho antes de este año 1210, lo cual nos lleva a la época de repoblación de la villa y al reinado de Alfonso IX. Durante los siglos XIII y XIV era una de las parroquias de la villa. Fue además el centro de un nuevo barrio o sector de la ciudad, donde se observa una gran actividad constructiva y se realizan nuevas pueblas. El monasterio de Moreruela era una de las instituciones con mayores intereses en esta zona.
En 1282 Fernán Rodríguez del Azogue vende Juan Gómez de la Puente un suelo que tiene en la colación de San Salvador de Benavente por 50 mrs. El suelo linda de una parte con la Calle Mayor, de otra con la calle que va a San Salvador, de otra con casas de Pelayo Simónez de Milles y de la otra un huerto del monasterio de Moreruela.
En 1301 Fernando IV confirma al monasterio de Moreruela los privilegios de los reyes anteriores y les concede puedan hacer tres pueblas, una en Zamora, otra en Moreruela de Suso y la otra en Benavente a la iglesia de San Salvador, excusando a sus moradores de todo tributo o servicio: "e la otra en la villa de Benavente a la yglesia de Sant Salvador e los moradores destas pueblas que non sean de los nuestros pecheros conocidos e sean escusados asy commo los otros sus vasallos del dicho monasterio”.
Según José Muñoz Miñambres, en el año 1388 se estableció la comunidad de Santa Clara dentro de los muros de la villa, en el lugar actual, adosado a la iglesia del Salvador "la cual pasó al servicio de las religiosas". Sin embargo, este asentamiento no fue inmediato. En su Libro Becerro hay un registro del año 1392 de una venta al "convento que entonces se fabricaba de nuevo", y en 1397 se escritura un foro "estando juntas las monjas capitularmente en unas casas a la calle de la Rúa, en donde vivieron mientras duró la fábrica de su nuevo convento". A principios del siglo XV los trabajos debían de estar finalizados, pues en 1404 la abadesa firmó un convenio con Pedro Vélez, carpintero vecino de Benavente, para trasladar la piedra, maderas y demás materiales del convento antiguo que estaba arruinado fuera de la villa, “al nuevo que existe dentro de los muros de ella”.
Por tanto, la desaparición de la iglesia de San Salvador como parroquia pudo iniciarse en 1388, pero el proceso debió durar varios años. En el libro de actas del Concejo de 1434, San Salvador ya no figura como una de las diez parroquias benaventanas que contribuyen al segundo y tercer repartimientos del pedido real del año 1433.
En los años 70 del siglo XX, tras la venta de los solares y el traslado de las religiosas a un nuevo convento comienza un auténtico calvario para los edificios monásticos. En 1982 se inicia el derribo, paralizado parcialmente por la intervención del Servicio Territorial de Cultura que llegó a incoar expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural.
En los días previos a su demolición José Navarro Talegón pudo hacer un reconocimiento de la antigua parroquia de San Salvador: "Era de una sola nave y planta rectangular, como la de Renueva y conservó hasta el final la fábrica primitiva de tapias terreras en todo el circuito, salvo en la mitad superior del testero, en algunas partes del hastial, rehechas con parches, y en el tramo anterior del muro del lado de la Epístola, donde adosaron la crujía única que albergaba las dependencias privadas del convento".
Finalmente, hacia 1996 la piqueta finiquitó los últimos restos, después de una fuerte polémica que acabó en los tribunales.
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